Son terrazas y azoteas que podemos encontrar en el mismo estado de degradación que en el caso anterior, pero que, por su situación o uso, no requieren de un material destinado a elevado rozamiento o presiones.
Para rehabilitar estos suelos podemos aplicar el tratamiento descrito anteriormente (el de terrazas transitables), utilizando como revestimiento impermeable Lisomat Stop Goteras.
Es necesario proceder a la eliminación de todos aquellos elementos que, si permanecen mientras aplicamos nuestro tratamiento, van a ser dañinos para la durabilidad del trabajo efectuado.
Por tratarse de zonas en ocasiones con presencia de humedad durante períodos prolongados, es muy habitual la presencia de microorganismos.
1. Eliminar manual o mecánicamente todos los microorganismos. En el caso de los musgos, por ejemplo, es conveniente su extracción antes del tratamiento desinfectante.
Para mohos, es de utilidad decolorar la superficie con lejía rebajada al 10%.
2. Aplicar mediante brocha o sistemas pulverizadores (aparatos sulfatadores agrícolas, pistola aire comprimido, Air-Less, etc.) el producto Fungistop (si es pulverizado, tomar las precauciones de seguridad necesarias para evitar su inhalación) y dejarlo actuar un tiempo mínimo de 30 minutos.
3. Proceder a la limpieza general de toda la superficie. Para ello recomendamos nuestro detergente Multilimpiador de fachadas. Aclarar con agua de riego o, preferiblemente, máquina hidro-limpiadora (a presión media nos permitirá eliminar mucho más material degradado).
4. Secado. Tras limpiar con agua es recomendable una espera mínima de 48 horas, antes de proceder a los siguientes trabajos (las condiciones ambientales pueden acortar o prolongar este tiempo).
El caso concreto que nos ocupa, la consolidación de suelos, requiere utilizar una imprimación especialmente indicada para superficies muy porosas que necesiten un importante aumento de consistencia; por ejemplo, un suelo creado a partir de mortero Portland o de hormigón poroso y degradado.
Si nos encontramos con azulejos vitrificados, terrazos o gres cerámico, deberemos degradar el revestimiento superficialmente (“abrir poro”) mediante medios químicos o mecánicos.
1. Verter el producto en cualquier recipiente. Este no se verá afectado por el disolvente. El producto no precisa dilución.
2. Aplicar Deltafix con brocha o rodillo, a saturación. Más efectivo será el tratamiento, cuanta mayor cantidad de producto consigamos hacer penetrar hacia el interior del soporte.
3. Secado: No volver a trabajar sobre las superficies aplicadas hasta pasadas 24 horas (pese a que su secado al tacto se produzca en 30 minutos).
Utilizaremos principalmente el mortero impermeable reparación en las siguientes labores de reconstrucción:
A. Reparación de desperfectos:
Recreceremos con mortero impermeable reparación todas las partes de suelo o paredes perimetrales deterioradas, tras su repicado y consolidación.
B. Creación de medias cañas:
En puntos críticos definidos en el próximo capítulo conviene crear “rinconeras” con forma de media caña, para reforzar los ángulos y dotar los lugares a tratar con materiales elásticos de mayor superficie de acción.
1. Preparar la mezcla añadiendo 0,25 L de agua por kg de producto. El tiempo de trabajo es de 30-40 minutos, según condiciones ambientales (no debe ser reamasado con agua una vez empieza a endurecer).
2. Aplicar el producto con llana, espátula o paletín en los ángulos a tratar.
3. Crear la forma de media caña mediante el paso reiterado sobre la masa de una botella colocada en paralelo a la línea que nos describe el ángulo.
C. Rejuntado de alicatados:
En ocasiones (es el caso del baldosín catalán) las juntas del alicatado están tan degradadas que prácticamente desaparecen con la limpieza. Para que el tratamiento impermeabilizador posterior no muestre las imperfecciones de esas juntas, se recomienda la aplicación generalizada de una “lechada” de mortero impermeable reparación, a fin de rellenar esas hendiduras.
En una superficie deteriorada pueden existir muchos puntos críticos por donde, cada vez que llueve, se producen entradas de agua. Destacamos a continuación los puntos críticos más habituales que debemos reparar:
Conviene reparar todos estos puntos y colocar materiales elásticos para ayudar al revestimiento final a soportar los movimientos de contracción-dilatación producidos, o al menos, si se produce una nueva rotura en el sustrato, que en las partes superficiales pueda mantenerse el aislamiento impermeable
1. Limpiar con brocha o escoba la zona a aplicar, pues es previsible la presencia de polvo o partículas provenientes de la obra.
2. Cortar tiras del rollo en las medidas que nossean más cómodas para su colocación (2-3 mcada tira).
3. Colocar la tira completa, de modo que su parte central quede lo más ceñida posible al ángulo que queremos recubrir.
4. Extraer uno de los dos papeles protectores que posee la banda (en el caso de unión plano horizontal-vertical, será más práctico eliminar el que corresponde al plano vertical).
5. Adherir la parte de butilo que nos ha quedado al descubierto, presionando firmemente para que no se produzcan burbujas de aire.
6. Retirar el papel restante y presionar la parte adhesiva de igual modo. Las uniones entre tiras de banda deben montar entre sí un mínimo de 5 cm.
1. Abrir la grieta en “V”, cepillar y eliminar el polvo.
2. Aplicar el producto con brocha o espátula en capas consecutivas, evitando la formación de bolsas de aire. Aplicar en exceso, dejando aproximadamente 5 cm a cada lado de la grieta, para que el sobrante pueda ser alisado.
3. Aplicar un espesor de capa de 1 a 3 mm, con el fin de conseguir el refuerzo y puenteo adecuado (a mayor espesor, mayor capacidad de refuerzo).
1. Aplicar una mano de revestimiento impermeable, con brocha, rodillo o máquina Airless, diluyendo el producto con agua (máx. 30%).
2. Si se desea armar con Velo de Revestimiento, extender el velo sobre la superficie antes de que seque esta 1ª mano.
3. Aplicar una 2ª mano de producto sin diluir. El objetivo es conseguir aprox. 1 mm de producto en película seca (entre 1,5 y 2 L /m2).