Es habitual encontrar este problema en algunas fachadas y, sobre todo, en patios interiores, zonas cercanas a extractores de cocinas particulares, bares... lugares, en definitiva, en donde se acumulan grasas y aceites condensados.
1. Eliminar los restos sólidos de grasa mediante espátula o cepillo metálico.
2. Aplicar el producto con un trapo o brocha.
3. Frotar la superficie hasta disolver la incrustación y eliminar los restos con agua.